Cartas inéditas a Mabel Amy Burton

Lewis Carroll

Traducción: María Eugenia Frutos
Epílogo: María Teresa Gallego Urrutia
Comentarios: Pierre E. Richard

Libro

  • Todos tus libros
  • Corte inglés
  • Fnac
  • Casa del libro

E-book

  • Amazon
  • Nubico

Es el 25 de agosto de 1877, y en el seno de la familia Burton se recibe con sorpresa una carta a nombre de la hija pequeña, Mabel Amy Burton. Está firmada por un tal C. L. Dodgson, que afirma ser el autor de «un librito» titulado Alicia en el país de las maravillas, que desea regalarle a Mabel. Cuando la señora Harriet Burton, entre desconcertada y emocionada por ese singular y eminente personaje, da su autorización, se inicia una correspondencia entre sus dos hijas y ese «extraño gentleman», como lo describiría la pequeña Mabel, de ocho años, tras su primer encuentro con él durante un paseo por la playa.

Estas cartas, acompañadas del texto de Carroll Ocho o nueve palabras sabias sobre la escritura de cartas, y de facsímiles y fotografías inéditas, conforman los restos de una de las relaciones más duraderas y estudiadas del famoso creador de Alicia y fotógrafo de niñas.

Lewis Carroll

Charles Lutwidge Dodgson (Daresbury, 1832 — Guildford, 1898), más conocido como Lewis Carroll, fue profesor de Matemáticas en la Universidad de Oxford durante casi treinta años, además de autor de varias obras científicas, entre ellas Euclides y sus rivales modernos (1879) y El juego de la lógica (1886). Pero la fama no le llegaría hasta la publicación de Alicia en el país de las maravillas (1865) que, acompañada por las ilustraciones de sir John Tenniel, tuvo un éxito inmediato, así como su secuela A través del espejo (1871).

Cartas inéditas a Mabel Amy Burton
Ficha
ISBN:

978-84-937396-4-5

Fecha de publicación:

Enero 2010

Encuadernación:

Rústica con solapas

Páginas:

144

Precio:

15,00 €

Colección:

Vidas Contadas, n.° 4

Género/temática:

correspondencia, facsímiles, bilingüe, cartas, inglaterra

  • Carta2

Lewis Carroll estaba orgulloso de sus fotografías, y con razón, pues fue uno de los mejores retratistas del siglo.

W. H. Auden